En el caso de los niños, la vacunación contra la varicela se ha aplicado de forma continua, y la mejora de la tasa de vacunación de la vacuna contra la varicela es un medio y una estrategia importantes para llevar a cabo la labor de protección inmunitaria. El proceso de vacunación y su puntualidad son premisa y garantía para que el objeto vacunado produzca una inmunidad duradera, que pueda proteger a la población susceptible y evitar el brote de enfermedades infecciosas.